Puntos de partida / enfoques transversales:
- desde la confianza en los seres humanos, nuestras habilidades y capacidades
- desde la implicación personal y el aprender haciendo
- desde el aprendizaje inductivo y la creación colectiva de conocimiento
- desde la atención a los procesos individuales y grupales
Complementarias a estos enfoques son las siguientes claves metodológicas desde las que trabajamos:
- generar espacios de libertad para ser, decir, mirar, dejarse ver, emocionarse, querer, quererse, expresarse, cuidar... al margen de las estrictas convenciones interpersonales que nos impone la sociedad donde vivimos.
- escuchar y cuidar al grupo, a las personas que lo conforman y "trabajar con lo que ellas aportan, aquí y ahora". El tiempo presente que vivimos juntas es el protagonista.
- confiar y generar confianza para establecer relaciones positivas y constructivas, basadas en el cuidado
- salir de la lógica del resultado para observar y cultivar los procesos
- reivindicar el error como modo creativo de aprender la vida
- poner en valor lo que siento, la sensación y la emoción como claves de la interpretación del mundo: tanto del externo, que comparto con los y las demás, como del mío interno
- ejercitar la comprensión de mi deseo interior en relación con los de los y las demás. Generar respeto por lo que quiero y las decisiones que me conducen hasta ello
- favorecer la autonomía y ejercitar la toma consciente de decisiones
- ampliar la mirada sobre el mundo dinámico y complejo en el que vivimos, tanto en lo global, como en lo local
- pensar, ensayar y crear nuevos modelos de vínculo y relación entre las personas
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