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Foto: jmawork |
Decíamos ayer que en todo proceso de creación que va desde la materia bruta hasta la consecución de la obra se dan 5 fases:
Habíamos visto la primera fase, la Invención, y cómo esta consiste en extraer de las cosas las ideas que están encerradas en las cosas mismas, de manera que del objeto Ventana sacamos ideas curiosidad, fantasía, libertad; sobre el objeto Caja sacamos ideas sobre guardar, secreto, sorpresa; de la Grabadora sacamos ideas sobre comunicarse, dejar testimonio, pervivir... y así con todos los objetos que hemos traído en base a preguntas acerca de la naturaleza de la cosa.
Organizadas estas ideas en grupos afines, nos encontramos con X montones de ideas. ¿Qué hacemos con ellas? Pues ordenarlas, colocarlas, distribuirlas en el espacio. Se trata ahora de segunda fase, la Disposición.
Vamos a distribuir estas ideas entonces en orden, en fila, una tras otra. ¿A qué distancia las situamos unas de otras? Si juntamos los montones demasiado no los vemos bien, es confuso; si los separamos demasiado tampoco los vemos bien porque no podemos abarcarlos de una sola mirada. Nota 1.
¿Cómo colocar entonces estas ideas, este conjunto de ideas de manera proporcionada? ¿Qué es proporción? Pues cierta extensión intermedia que da como resultado la estructura en tres partes (aquí entra en juego el ritmo, la música, las matemáticas, la física...). Esas tres partes son:
*Principio, presentación de la historia. La condensación de la acción dramática trae consigo el que el principio del drama tiene necesariamente una prehistoria acerca de la cual el espectador ha de ser informado. El fin de la parte inicial es poner al público en antecedentes del estado de tensión dada que desembocará en el nudo.
*Medio, sitio apropiado para la acción activa que se esfuerza en pasar de un sitio a otro. Conflicto. Nudo.
*Fin, desenlace. No acarrea ninguna acción más. Sesgo de la acción hacia el reposo, llamado Catástrofe. Representa el cambio definitivo de fortuna.
Entonces, después de esta charla, vamos a ver cuántos montones de ideas-objeto tenemos y resulta que tenemos 5. Vamos a distribuirlos por el espacio. ¿Cómo los distribuimos? Como queramos y le damos un número, igual que las pistas en el CSI.
La distribución de estas ideas-objetos en el espacio nos da como resultado una estructura en la que se integrarán las escenas con su contenido conceptual.
Ángeles Carmona
Facilitadora de la creación teatral de Jugar y Actuar
Nota 1.
La acción es una unidad que consta de partes.
Entre la extensión y la unidad, las partes y el todo parece existir una tensión.
La extensión de una acción no puede ser ni demasiado pequeña ni demasiado grande. En ambos casos, demasiado pequeña o demasiado grande, está en contradicción con el presupuesto de belleza. La belleza es un compuesto ordenado, presupone pues una cierta extensión. Un ser diminuto y chico no puede ser bello, pues se lo abarca totalmente de una sola rápida mirada. De la misma manera, una figura gigantesca no sería posible abarcarla con la mirada y por ello no sería bella. Un cuerpo bello debe pues poder abarcarse en su conjunto con la mirada.
Una acción demasiado pequeña no puede ser bella, pues puede abarcarse en un momento con la mirada. Una acción demasiado grande exigiría a la memoria un esfuerzo desmesurado y precisamente por ello perdería la unidad. La acción bella ha de tener, pues, una cierta extensión intermedia y ello en tal manera que la memoria pueda recordarla sin mayor esfuerzo.
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