La cohesión del grupo es el objetivo principal de las cuatro primeras sesiones de trabajo, en las que se incluye la sesión introductoria o de presentación.
La tarea de hacer crecer la confianza de cada una de las personas participantes en sí mismas y en los compañeros y compañeras, no obstante, no termina con la sesión número cuatro, sino que sigue trabajándose a lo largo de todo el proceso de creación conjunta.
La autoconfianza, el cuidado de los compañeros y compañeras, la acotación de los límites que el grupo deberá respetar para que todas las personas estén cómodas, la inclusión y puesta en valor de las opiniones y aportaciones de todos y el fomento de una sensación de pertenencia grupal que se trabajan durante la primera fase son fundamentales para favorecer una segunda fase de reflexión sobre los temas propuestos. La segunda fase de la creación conlleva implícita una toma de decisiones conjunta y la resolución de conflictos derivados de posturas y opiniones diferentes sobre los asuntos a definir; para que los integrantes del grupo propongan y expresen libremente sus opiniones el clima de trabajo tiene que ser el adecuado. La sensación de pertenencia de cada uno de los participantes al grupo y el grado de implicación de cada uno de los individuos con los objetivos comunes son elementos básicos que permiten que el trabajo del equipo salga adelante.
¿Qué es lo que aporta el teatro a la creación de equipos de trabajo?
La técnica teatral basada en la libre expresión corporal y vocal favorece el autoconocimiento y el conocimiento de los compañeros y compañeras, lo que tiene como resultado una mayor confianza y aceptación de todas las personas del grupo.
La escucha activa, necesaria en muchos de los ejercicios teatrales, sirve como entrenamiento para las discusiones sobre contenido y la gestión de la toma de decisiones. El entendimiento y conocimiento de los condicionantes, dificultades y facilidades del los compañeros y compañeras, facilita la empatía y por lo tanto las diferencias de parecer pueden ser trabajadas más fácilmente hasta encontrar lugares comunes.
El ensayo y error como metodología de análisis y depuración de las ideas favorece el avance en la tarea conjunta y la resolución creativa de problemas. Las pruebas y los errores de cada persona en el grupo son necesarios para la consecución de los objetivos conjuntos. Tanto los aciertos como los errores de cada uno y cada una constituyen aportes importantes, puesto que ambos sirven para avanzar en la tarea común.
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